viernes, 7 de junio de 2013

Time to say goodbye

Time to say goodbye...

...To say goodbye to SYDNEY.

...To say goodbye to some good FRIENDS.

Sydney estaba contenta cuando me despedí. Más que contenta (pues en realidad lloraba -llovía-), puedo decir que estaba alegre, que estaba VIVA. Durante las últimas semanas hemos podido disfrutar del VIVID festival. Festival de luces y colores decorando la ciudad. Evidentemente, la Opera House también.


Pude disfrutar de buenos "últimos momentos" compartidos con buenas personas. Encantadoras y muy detallistas.

Se me puso una sonrisa de oreja a oreja al recibir un pastel muy cariñoso de mis compañeros del hotel. So sweet :)



Una sonrisa que mantengo al recordar mi paso por la city. Una sonrisa que cuesta mantener o no completar con melancolía y cierta tristeza si pienso que en mucho tiempo no volveré a compartir con ellos. Especialmente con Kiri, la otra Night Manager del hotel. La que ha sido mi compañera de pasteles, de galletas, de cremas de calabacín, de noches sufridas por taxistas impacientes o guests pesados, de vídeos freaks, de canciones, de series (por supuesto Fawlty Towers), de "job hunting", de cafés, de vinos, de cenas, de conversaciones trascendentales, de conversaciones absurdas, de festivales de vino, de guía turística y, en definitiva, compañera del día a día. Le debo las gracias por hacerme más feliz en mi paso por Sydney. I Know (nuestra frase favorita y que los fans de Fawlty Towers reconocerán) que seguiremos en contacto, pero soy consciente de lo que implicó decirle goodbye


En algunas ocasiones nos han preguntado si somos hermanas. Testigo de la relación que tiene con su hermano (también bellísima persona), puedo asegurar que sería muy afortunada si realmente lo fuera. 



¿Alguien happy en Sydney?

Echo de menos Sydney. Especialmente sus atardeceres. 

                          

Una tarde cualquiera after work.



Watson's Bay con buenos amigos. Ángela, Antonio y German. 

Pero a pesar de todo, mi lugar en Australia está en Byron Bay. The feeling, como diría mi amiga Tina, está en Byron Bay. 

Byron Bay es donde más moments he podido sumar a mi lista. Byron Bay es lo que de verdad he vivido. Byron Bay es lo que de verdad he compartido.

Y compartir es lo que te hace cercano a las personas. Y convivir es compartir. Y compartir es vivir. Y eso es lo que he hecho en Byron con Irene: compartir, convivir y vivir. Y hoy la despido. Y como es la única aussie que lee mi blog frecuentemente (aunque le molan más mis emails), éste post se lo dedico. 

Va por tí little.

Little me recomendó visitar el museo de arte contemporáneo de Sydney. Y eso hice. Sinceramente, lo recomiendo 100%. Es uno de los que más he disfrutado. Mucha variedad y algunas obras absolutamente gorgeous, ingeniosas o curiosas.

Mi favorito.


"Where the bloody hell are we?"
¿No es genial?



Arte aborigen

Visitando dicho museo encontré también una exposición temporal de fotografía que me ha hecho pensar. 

El fotógrafo: Jeff Wall. Fotografías con increíble sensación 3D y muy originales.


Y la siguiente opinión del artista:


Respeto la opinión, pero no la comparto. 

Para mí las imágenes tienen vida y no son para nada solitarias. Para mí las fotografías son recuerdos. Algunas provocan sensaciones y otras incluso son capaces de hacerte revivir momentos. Depende de la imagen, pero sobretodo, depende de quién la observa. 

El observador tiene el poder. El observador decide. "... de según cómo se mire, todo depende", decía Jarabe de Palo. http://www.youtube.com/watch?v=GtujUCURgtM

Entre las siguientes fotografías puede parecer no haber mucha diferencia, pero para mí  sí la hay.

Uno de los primeros momentos compartidos con Irene (Tallow's Beach).


Y uno de los últimos (Tallow's Beach).

                           

Además de las evidencias físicas (mi nivel de palidez actual es considerablemente mayor), detrás de estas simples fotografías se esconden un sinfín de momentos (algunos de ellos moments también, por supuesto). 

La principal diferencia está en que ahora somos un mismo team, little, pero team. 

La diferencia está en todo lo que hemos compartido: paseos playeros (algunos con momentos de independencia bucólica), sunrises, sunsets, cielos increíblemente estrellados, IELTS, motivaçao healthy (gracias a ella ahora bebo café pero sé cocinar crema de calabacín), excursiones fake (Crystal Castle o Nimbin), fiestas, bailes, comidas, cenas (por supuesto en mi casa, que casi es más suya que mía), vinos, birras, zumos, yogures, compras, descubrimiento de bares (Tree House), curro (security), tiendas (sin mucho consumo debido a mi precaria economía), Woolworths, Aldis, amigos, tardes de lluvia (demasiadas) e incluso surfing/running (la afición surfera no es justamente algo que hayamos podido compartir, pero podemos decir que hemos compaginado aficiones). Igual es porque las dos somos de reducido tamaño, pero nos entendemos. Hemos pasado buenos momentos y desde luego mi paso por Byron no sería lo mismo sin ella. Ha sido WORTHY total encontrarla por mi camino. Ahora tendremos que buscar la manera de que nuestros caminos vuelvan a cruzarse en cualquier parte del planeta. 


En ocasiones me sorprende descubrir cómo me ven los demás. Desde luego, no sé si por cuestión de autoexigencia o exactamente por qué, pero la idea que uno tiene de uno mismo no siempre coincide con la del resto. Normalmente (y por desgracia), suele ser peor la crítica que se hace uno mismo. En este sentido, me he cruzado en poco tiempo en dos ocasiones con un mismo video. Un video que quiero compartir.


Y eso hablaba el otro día yo con Irene. Cómo nos vemos, cómo nos ven, cómo nos verán como nos gustaría que nos vieran y cómo deberíamos vernos. Conversación trascendental, efectivamente. Pero me gustó.

Dos son los adjetivos con los que en ocasiones me han descrito y que me han sorprendido (rasgos que yo no reconozco especialmente en mí misma, pero que me gusta reflejar -si es que aquellos que en su día así me describieron siguen haciéndolo de la misma forma).

El primero: alegre.

El segundo: transparente. 

Me quedaré por ahora con éste último. El de transparente, porque creo que define muy bien a Irene. 

Cuando la conoces, ella es tal cual. Espontánea, luchadora, vividora, viajera, deportista, healthy, artista y amiga.

Ella es un ejemplo claro del refrán catalán: "en el pot petit hi ha la bona confitura" (lo que curte y rápidamente se traduciría al inglés tipo "in the small pot there is the best jam"). Pero con un bote de los enanos enanos tendríamos suficiente ;) 

Sin duda, y retomando otro antiguo blog, lo que hace los lugares y los momentos especiales es que la combinación sea la perfecta. Y en mi puzzle australiano, Irene ha sido una pieza clave.

See you soon little tiny enana. Te echaré de menos. 

PD1: Por supuesto, a toda combinación perfecta le corresponde una canción. De entre mi lista popurrí de música de itunes (que por supuesto incluye un repertorio de sevillanas), mi enana favorita escogía http://www.youtube.com/watch?v=XJLlL7kwUfU

PD2: Ha empezado el invierno en Byron y, aunque podamos meternos en el océano con cierta facilidad (protegidos con un neopreno, of course), la humedad se ha apoderado de la town y, por supuesto de mi cama; así que cada noche paso el secador (técnica Ari) para que mis pies estén bien calentitos y no sufran demasiado.  




















sábado, 1 de junio de 2013

Escapada a Melbourne + Great Ocean Road

De nuevo estos australianos aciertan con los nombres.

Igual que llamar a Byron "the meeting place" es idóneo para el lugar, muy logrado también nombrar la ruta costera (y surfera) por excelencia "The Great Ocean Road".

Sencillo pero cierto.

La ruta consiste en una carretera "cercana" (en este gran país las distancias se relativizan) a Melbourne que bordea el océano (por lo que las vistas son espectaculares) y desde luego, el tiempo que pasas disfrutándola es GREAT, great, great. 



Un aperitivo (luego detallo).

Sinceramente, cuando llegué a Australia poco había oído sobre dicha ruta, pero a medida que me iba despidiendo de compañeros viajeros que iban hacia ese destino me entró el gusanillo. Y ahora puedo decirlo con la boca bien grande (y teniendo en cuenta que la he hecho en invierno y me imagino que debe ser aún más "great" si le añades calor y baños): merece la pena (worthy total). 

Para situaros:




Así pues, finalizando mi etapa "laboral" en Sydney, fired del engaño asturiano (a modo película, por la puerta trasera "give me your apron, here is your money" - money entregada a billetazo y sin sobre ni nada -lo que ya por si solo muestra el tipo de personal que controla el lugar-) y habiendo acabado mis turnos en la cafetería/catering, aproveché mi last week en la city (Sydney) para irme a la otra city: Melbourne y, por ende, a la Great Ocean Road (GOR) as well. 

Dit i fet.

Busqué por Gumtree (www.gumtree.com.au) y encontré dos francesas con una furgo (van) dirección Sydney-Melbourne-GOR. Y me uní al carro. 

Yes, yes, tal cual. Parece raro, por lo menos en Europa no estamos acostumbrados a viajar con "desconocidos", pero aquí es muy común. Y tengo que decir que una experiencia más a sumar a la lista, con resultado buenísimo:

Una van auténtica







Un buen equipo (Cecile & Lea)



Buena compañía





Aunque veces no tan buena...


Una buena (y larga) ruta: Sydney-Torquay-GOR-Melbourne




Bell's beach & Winkipop. 
Cuna de Rip Curl y donde se celebra anualmente la prueba de Rip Curl del circuito mundial de surf.


Mait's rest rainforest walk


Otway Lighthouse (con símbolo GOR y banderas australiana y aborigen)




Sunset en The Twelve Apostles

Y, por supuesto, buena música par acompañar la ruta: https://www.youtube.com/watch?v=8Hhy1sv6fdI

Finalizado el roadtrip, Melbourne time

Estuvo muy bien reencontrarme (retomando uno de los antiguos posts) con uno de mis housemates en Byron, John, que hizo de buen anfitrión en Melbourne. Visita breve pero intensa.

Me gusta Melbourne, pero no encontré el punto de ciudad europea que se dice. Se ven casas interesantes de estilo victoriano, calles bonitas, tiendas de diseño muy chulas, bares y restaurantes diversos, mercados y es una ciudad cultural y viva.






Atención a la entrada de la facultad de Derecho de la Universidad de Melbourne... igualita que las españolas (no comments)






Melbourne también vive de noche


(Biblioteca nacional desde el Asian Beer Bar con los housemates italiano y brasileño de John + musicón en Workshop http://theworkshop.com.au/index1.html)

Mi última parada en Melbourne antes de correr (literalmente) al aeropuerto merece una distinción especial. Me encantó el lugar. Me gustó el proyecto. Me complació compartirlo con John, su compañero de piso y mis compis de van francesas (remix). Me emocionó el ambiente. Me sorprendió la amabilidad del encargado. Me encandiló la comida (vegetariana). Me impresionó el entorno (en un ex convento). Se me hizo corto. Quiero volver, y en un día soleado y con música en directo en el pequeño escenario que acompaña el comedor. Creo que mi gustous (Bea) sería la compañía perfecta :) 






Buena escapada. Y multicultural 100% (compartida con suizo, francesas, colombiano, brasileño, italiano y conmigo misma, que pasé un día de ruta turística by myself que también fue tranquilo y agradable).

Pero sinceramente, no me arrepiento de haber elegido Sydney para vivir. este mes y medio.

Personalmente, como ciudad, me quedo con Sydney.

Y aquí estoy, en Sydney de nuevo, en mi hotel, en mi habitación, disfrutando de mis últimos momentos porque hoy, Señores, REGRESO A BYRON.

Desde allí me despediré vía blog de Sydney como se merece. Ciao Bambini!

PD: Para los que siguen preocupados por mis pies sin chanclas: agradecen mucho haber terminado mi etapa laboral de más de 10 horas non stop de pie. Vuelvo a Byron y si el frío lo permite, vuelvo a las sandalias y a andar descalza. Keep going.

PD2: Pati enhorabuena!